Con este gesto, el Papa se convirtió en el primer peregrino en inscribirse a la Jornada Mundial de la Juventud de Cracovia del año 2016.
FRANCISCO
“Hecho. Me he inscrito a la Jornada como peregrino mediante este dispositivo electrónico”.
El calor del domingo no impidió que, de nuevo, miles de peregrinos llenasen la plaza de San Pedro. El Papa les habló sobre el milagro de la multiplicación de los panes y los peces. Les explicó que Jesús no sólo alimenta materialmente a las personas.
FRANCISCO
“La multitud quedó sorprendida por el prodigio de la multiplicación de los panes pero, el regalo que Jesús hace es la plenitud de la vida para el hombre hambriento. Jesús sacia no solo el hambre material sino aquella más profunda, el hambre del sentido de la vida, el hambre de Dios”.
Dijo que también los cristianos pueden ayudar a otras personas en momentos de dificultad y explicó no es tan difícil como parece.
FRANCISCO
“Frente al sufrimiento, la soledad, la pobreza y la dificultad de muchas personas, ¿qué podemos hacer? Quejarse no resuelve nada. Pero podemos ofrecer lo poco que tenemos, como el muchacho del Evangelio. Seguro que tenemos una hora de tiempo, algún talento, alguna competencia… ¿Quién de nosotros no tiene “sus cinco panes y dos peces”?”
Francisco recordó que pronto se cumplirán dos años del secuestro en Siria del sacerdote jesuita Paolo Dall’Oglio, desparecido en Raqqa, la capital del Estado Islámico. Pidió una oración por él y por todas las personas secuestradas en las zonas de conflicto. Por eso invitó a las autoridades internacionales a que refuercen su actuación para liberar a estas personas. Junto a los peregrinos, rezó un Avemaría por los secuestrados.
También se dirigió a los abuelos, por ser la festividad de San Joaquín y Santa Ana, y pidió un aplauso para ellos por su preciosa presencia en las familias.